lunes, 5 de enero de 2009

Time waits for nobody...



Esta noche he visto el trailer de una película que, sin duda alguna, iré a ver. No diré cuál es, ni cuál es su argumento. No viene al caso. Pero en los pocos segundos que ha durado ha hecho que derrame una pequeña lágrima al hacerme ver en cierto modo algo de lo que cada vez soy más consciente. El tiempo no espera por nadie. Puedo mirar atrás, reflexionar sobre lo que hice bien o mal e intentar no cometer los mismos errores otra vez. Pero eso no cambia un hecho, lo pasado no ha de volver. Podemos evocarlo, revivirlo, soñarlo, añorarlo... pero nada más allá de eso. Es en el presente donde he de fijar la mirada, en el ahora, y no en el mañana, como cabría esperar. Nada sé de lo que acontecerá en unos días, en unas horas, ni siquiera en unos segundos. Conjeturas que no han de confirmarse hasta que llega ese momento, sólo eso.

He de permitirme a mí mismo disfrutar del presente sin tener en cuenta mis espectativas, pues sólo son eso, planes, sueños, esperanzas. Han de guiar mi camino, pues son los que me forjarán como persona, pero he de ser consciente del paisaje que me rodea mientras ando esa senda.

Palabras vagas en una mente confundida por un caos de sentimientos. Pido perdón, no me hagáis caso. Os pido tan sólo que disfrutéis de la canción.

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