miércoles, 10 de diciembre de 2008

Sobre sistemas binarios y la vida...

En astronomía, un sistema binario es aquel en el que dos estrellas comparten un mismo sistema. Dada la proximidad de ambas y dependiendo de la formación de cada una de ellas, ambas estrellas pueden interactuar entre sí de diversas maneras. Por ejemplo, si nos encontramos una enana blanca con una gigante roja, es más que probable que la mayor densidad y campo gravitatorio de la enana blanca arranque material de su compañera poco a poco, creando un lazo entre ambas estrellas en las que poco a poco la gigante roja se va consumiendo para, por ende, acortar la vida de su compañera.

Otro efecto que podemos apreciar es cuando una de ellas se trata de una estrella de neutrones o bien de un agujero negro. En este caso, el halo de materia arrastrada de una estrella a la otra o al agujero negro, tiene a calentarse debido a la radiación proviniento de quien arranca la materia, produciendose una emisión adicional de rayos X al espacio.

En cuanto a los planetas, mucho se ha especulado sobre si es posible o no la existencia de planetas en dichos sistemas, tal y como aparecen en numerosas producciones y literatura. Las simulaciones han demostrado que dada la cantidad de protomateria necesaria para la creación de estos sistemas, la formación de planetas es más que probable, aunque detectar los mismos es harto complicado con los medios actuales.

Poder apreciar uno de estos sistemas ha de ser una de las maravillas que aún encierra el Universo en su baúl de los secretos, junto a otra que sólo la imaginación podrá acercarnos, y es ver ambas estrellas "danzar" por el espacio una alrededor de la otra, en un compás eterno, perfecto, contemplando como se alejan cada vez más lentamente la una de la otra hasta que el lazo que las une llega a su límite y ambas se giran para volver a acercarse ambas cada vez un poco más rápido, hasta que parezca que casi se rozan sus superficies y comience de nuevo el baile.

Pero, ¿y la vida? ¿Por qué la vida? Sólo quería aprovechar y hacer un pequeño parelalismo entre la vida y los sistemas binarios. Al igual que en un sistema binario, cuando de dos personas se trata, puede darse el caso que una de ellas ofrezca parte de sí misma desinteresadamente para completar a aquella que la acompaña. Lo hermoso de la vida, es que esta situación puede invertirse en cualquier momento.

¿Qué pasa cuando una persona es como una estrella de neutrones, alguien cuya personalidad es "explosiva", cuando hay algo en ella que colma a los demás, y otra persona se acerca? El vínculo que se cree entre ambos puede incendiarse como el del sistema binario, y hacer que lo que esas personas transmitan juntas sea más de lo que jamás lo harían por separado.

Los planetas son como los pequeños momentos que se crean junto a cada persona, acompañando a esta a lo largo de su vida. Estos momentos pueden ser buenos o malos, pero son los que forjan lo que uno es.

Al igual que en un sistema binario, dos personas comparten una serie de momentos que conformarán lo que una es para la otra y viceversa. Por último, si una de las maravillas del Universo es un sistema binario, una de las maravillas de la vida es compartirla con otras personas, y más maravilloso aún es cuando la vida de ambos se entremezcla una y otra vez, en un continuo vals.



2 comentarios:

Tristán Oliver dijo...

Brillante, Alex. coincido plenamente con tu analogia, por experiencia personal. Lamentablemente hace unos cuantos meses, mi estrella me ha expulsado de su órbita amorosa, dejándome como un planeta errante en busca del calor de alguna estrella solitaria que me devuelva el motivo de mi existencia

Tristán Oliver dijo...

Brillante, Alex. coincido plenamente con tu analogia, por experiencia personal. Lamentablemente hace unos cuantos meses, mi estrella me ha expulsado de su órbita amorosa, dejándome como un planeta errante en busca del calor de alguna estrella solitaria que me devuelva el motivo de mi existencia