
No hay nada que duela más al corazón que ser consciente de una realidad que no nos gusta. Y la realidad es que me encuentro sólo. No físicamente, siempre hay alguien a mi alrededor, mis padres, mis hermanos... Pero no ellos no pueden llenar todos los huecos. Hay momentos, cada vez más en la vida, en la que necesitamos de otra persona, de alguien con el que poder compartir cosas que no compartiríamos con nadie más.
Hoy siento ese hueco, ese vacío, como hacía mucho que no lo hacía. Puedo sentir como mi corazón quiere llorar de tristeza, como presiente que las esperanzas son vanas, como los sueños se desharán como pompas de jabón.
¿Por qué éste pesar? ¿Por qué ahora? La respuesta no es tan sencilla como podría parecer... En primer lugar siento por alguien algo especial. ¿Mariposas en el estómago? Bueno, y en mi cabecita de melón. A penas he pasado tiempo junto a ella, y siento sin embargo su ausencia como si hubiera estado ahí toda la vida. Anhelo verla, tocarla, escucharla... Cruzo con ella algunas palabras escritas que no hacen si no dar un vuelco a mi corazón, en primer luga

Pero aún queda sin responder la segunda pregunta, ¿por qué ahora? Pienso brevemente en lo que querría hacer, y luego en qué posibilidades hay de que eso ocurra. Y es ese contraste el que como una mecha rápida hace que todo estalle entre mis manos. Hago mil posibles planes, con mil posibles alternativas para paliar cualquier inconveniente. Pero cada vez soy más consciente de que el mayor obstáculo, la única traba insalvable, está ahí, presente, inamovible. Un sueño, una esperanza, un ilusión, cualquier cosa que implique a otra persona, no es posible sin esa otra persona.
Sí, es cierto, mis amigos ya me avisaron de que esto me pasaría. Yo mismo era consciente en parte de que esto era más que probable. Pero aún ahora prefiero vivir con ese sueño, y no me arrepiento, ni un segundo.
Si hay algo que sienta que he hecho mal es no darle a conocer a ella mis sentimientos desde el principio, jugar con las cartas mostradas. Quizás hubiera sido menos doloroso. Pero no estaba seguro de lo que sentía. ¿Era un mero caprichoso, atracción física, un bajón emocional? Podían ser tantas cosas que no quería pronunciarme hasta estar algo más seguro de qué es lo que rondaba mi cabecita en ésta ocasión.
Y sin embargo para los demás era obvio lo que para mi era dudoso... Entre risas y miradas de complicidad me dicen los demás que se me nota que me gusta, pero que no tengo ninguna oportunidad. "Lo sé", es lo máximo que alcanzo a pronunciar tras el rubor que cubre mi rostro en respuesta. Les pregunto si tanto se me nota, si tan evidente es. Una sonrisa se dibuja en sus caras. No puedo negar la realidad.
En cuanto a buscar a otra chica... Bueno, siempre me ha hecho gracia ese tipo de comentarios. Seguramente por mi forma de pensar, quién sabe. No, no soy una persona que busque refugio en otra persona con tanta facilidad. Con eso no quiero decir que me cierre en banda. Soy más bien de la opinión de que hacer algo así puede dar fruto a relaciones en las que los sentimientos no estén tan claros.
Sólo pido una cosa a quien pudiera leer esto, tal y como lo cantó en su día Fontella Bass...
2 comentarios:
Oh my god!
Yo nunca diria que no a un sentimiento que tengo por alguien, es decir, si no eres correspondido solo has de esperar que pase el tiempo y este se vaya. Las situaciones por las que pasamos a menudo al respecto, son de lo mas simple, pero tendemos a complicarnos demasiado.
Desconozco los detalles, pero visto por encima diria "y por que ellos te digan y tu en parte sepas que no hay nada que hacer, vas a quedarte mirando?" yo, no lo haria.
Corazon, quedate con esta cuestion: que es mejor, arrepentirse de lo que has hecho o de lo que no? ahi tendras la respuesta...(no vale el y si?)
desde mi punto de vista, si no lo haces no sabes que pasaria, son conjeturas. sin embargo si sigues adelante (en cualquier caso de la vida) tendras una respuesta, buena o mala, pero una respuesta real.
Publicar un comentario