martes, 9 de septiembre de 2008

Tempus fugit


Esta entrada se la quiero dedicar a una amiga, a pesar de que cuando lea estas líneas (si lo hace, claro ^^ ) ya habrá pasado el mal trago que la estaba persionando.

Tempus fugit. Y no podemos recuperarlo. Podemos engañarlo gracias a nuestros recuerdos, a revivir aquellas experiencias que de una u otra forma, para bien o para mal, se nos han quedado grabadas y nos han marcado. Lamentarse de lo que hicimos no cambia el hecho de que lo hicieramos. Podemos ser conscientes de que si hubieramos hecho las cosas de otro modo, nos enfrentari
amos a algunas cosas de un modo más tranquilo, como puede ser el caso de haber estudiado un poco más durante el verano de cara a un examen ahora en septiembre.

Pero ser conscientes de eso no implica que lo que hayamos hecho sea menos fructifero que haber estudiado. No todo lo que hacemos en esta vida debe estar pensado para progresar en nuestros estudios o trabajo. Recuerda esta gran verdad: trabajas para vivir, no vives para tr
abajar. En tu caso podríamos cambiar trabajo por estudio.

Evaluar cuán provechoso ha sido un momento lo único que te va a aportar es una cosas: has perdido el tiempo que has usado en evaluar el tiempo pasado. Eso si que es tiempo perdido, pues no te va a llevar a ningún lado. El tiempo, la vida en sí, está hecha para disfrutarla en la me
dida de lo posible. Por eso, si has tenido momentos de ociosidad, estos momentos no son pérdidas de tiempo. El tiempo lo habrías perdido si tras estudiar todos los días 10 horas, llegaras al examen y te bloquearas por los nervios. No habrías disfrutado del verano ni sacado rendimiento del tiempo invertido en estudiar.


¿Qué puede ser lo máximo que te pueda pasar? ¿Que suspendas? Bueno, seguro que aún te quedan más convocatorias para poder examinarte más adelante. No hay nada irremediable en eso. Míralo ahora por el otro lado. ¿Qué es lo que has ganado de todos modos? Por un lado ahora sabes que tienes que esforzarte un poco más en esa asignatura, la conoces un poco mejor y sabrás como planteartela si tienes que repetirla de nuevo. En cuanto al tiempo pasado, si puedes cerrar los ojos y pensar sin esfuerzo en al menos tres cosas buenas que te hayan pasado, o momentos agradables, no puedes decir que ese tiempo esté perdido. Quizás podrías decir que no lo has usado en lo que querrías, pero si has sacado otras cosas buenas en su lugar ¿qué más da?

Debes tener en cuenta una cosa: estudias en algo que te gusta para trabajar en algo que te gusta. No hagas de tus estudios una carga terrible. Disfrútalos. Si una asignatura se te atraganta por la razón que sea, simplemente tómatela con más calma. Y ante los exámenes, has de verlos con total despreocupación. Si estás preparada para él, ¿por qué has de ponerte nerviosa? Y si no lo estás ¿por qué has de ponerte nerviosa?

Ahora deja pasar unos días. La prueba ha pasado,
el resultado da igual... ¿Qué es lo que te queda, qué puedes recordar de estas semanas pasadas, qué es lo que quieres recordar? Los viajes que has hecho, las fiestas a las que has ido, lo mucho que has echado de menos a tus amigas en ocasiones, ... Valora el tiempo como lo que és, algo que no puedes controlar, sólo ver pasar, y estampa en él lo mejor de ti misma, pues, al final, eso será lo que te quede.


Tempus fugit. De ti depende valorar si está bien o mal aprovechado, pero no pierdas más tiempo en llorarlo...


No hay comentarios: