lunes, 16 de marzo de 2009

Dando alas a los deseos...

Como ya escribí, días atrás pedí a algunas personas que formularan un deseo y lo plasmaran en unas pequeñas tiras de papel que, con unas pocas dobleces, se transformaron en unas pequeñas estrellitas de papel, pero sin explicarles qué pasaría luego con ellas.


Acercarles las estrellas para que puedan pedir su deseo era algo sencillo. Que fueran algo más que papel y pudieran encontrar su sitio en el cielo, algo más complicado. Así pues, ayudado por más estrellas, esta vez llenas de helio. Cuatro estrellas en la tierra colaboraron para tal fin, cada cual sujetando por dos puntas uno de los globos. Una vez preparadas, colocamos todas las estrellitas en una pequeña caja de papel para que su peso no fuera un problema y, tras sujetar la caja a las estrellas, las soltamos para que alcanzaran al aire, con la esperanza de que el viento las alzara hasta el firmamento.




Hoy, esta noche, hace 10 días que los deseos comenzaron su viaje hacia las estrellas. Nuestros deseos han estado viajando durante ese tiempo a más de un kilometro de altura, arrastradas muy muy lejos. La teoría dice que hoy comenzará su descenso, pero algo en lo profundo de mi corazón me dice que no es así, que aún tienen muchos kilometros que recorrer, y que, cuando comience su lento descenso, algo ocurrirá, algo que evitará que las estrellas toquen nunca el suelo.

Sin embargo, de entre todas las estrellas, hubo una que no viajó con las demás, una que permance retenida. En su interior hay algo más que palabras, algo más que un deseo. Es por eso que no está plasmado en ella, si no atrapado en el aire en su interior, como si del corazón de la propia estrella se tratara. Cada noche puedo observarla flotar en mi cuarto, llenandome de esperanza, sabiendo que vela mi sueño, consciente de que al despertar estará ahí, muda, pero sin necesidad de tener que pronunciar palabra alguna.

Para terminar, quiero agradecer a todos los que han participado el prestarse a esta especie de juego, haciendo de él con su presencia algo mágico. Muchísimas gracias a tod@s.


Alex.

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